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“Cuando Jesús terminó de contar esas historias e ilustraciones, salió de esa región. Regresó a Nazaret, su pueblo. Cuando enseñó allí en la sinagoga, todos quedaron asombrados, y decían: «¿De dónde saca esa sabiduría y el poder para hacer milagros?». Y se burlaban: «No es más que el hijo del carpintero, y conocemos a María, su madre, y a sus hermanos: Santiago, José, Simón y Judas. Todas sus hermanas viven aquí mismo entre nosotros. ¿Dónde aprendió todas esas cosas?». Se sentían profundamente ofendidos y se negaron a creer en él. Entonces Jesús les dijo: «Un profeta recibe honra en todas partes menos en su propio pueblo y entre su propia familia». Por lo tanto, hizo solamente unos pocos milagros allí debido a la incredulidad de ellos.” Mateo 13:53-58 NTV
Jesús fue a visitar su ciudad natal, Nazaret, y se encontró con algunas barreras que es el común denominador también en nuestros días, veamos:
1. Lo menospreciaron y se burlaron de Él. ¿No es este el hijo del carpintero? ¿Acaso no conocemos a su familia? Tú nunca prestes oídos a esas palabras que te menosprecian y se burlan de ti. Recuerda que tu naciste bendecido para bendecir, animar y edificar vidas.
2. No creyeron en Él. Jesús quería bendecir a la gente de su pueblo, donde se había criado, pero por su incredulidad se perdieron ese tiempo glorioso de la manifestación del Poder de Dios. Nunca dejes que la incredulidad se interponga con lo que Dios quiere hacer contigo, lo que tú no puedes hacer Él lo hará, solamente CONFÍA.
Con aprecio y amor.
Hernando y Mary Aparicio