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¡Shalom!


Y Jesús sostendrá tu mano hasta ganar la batalla final.

“No mirando nosotros las cosas que no se ven, sino las que no se ven, pues las que se ven, son temporales, pero las que no se ven son eternas.” 2 Corintios 4:18.

 

Todo lo que ves a tu alrededor es temporal. La casa donde estás viviendo sea propia o alquilada, la computadora o el teléfono móvil que estás usando e incluso tu cuerpo es temporal. Sin embargo, lo que no puedes ver a tu alrededor, es lo que durará para siempre. ¿Te has dado cuenta que tomamos decisiones y hablamos por lo que vemos? La Palabra de Dios establece que no debe movernos por las cosas que se ven, sino por las cosas que no se ven. Esto nos parece imposible, porque mirar tiene que ver con lo visible, lo tangible, lo palpable, pero nuestro Dios nos llama a mirar lo que no se ve. Muchos han fracasado por lo que vieron en un momento determinado, ahí está el ejemplo de Eva cuando escuchó lo que Satanás le describía, después miró el fruto prohibido como algo agradable a sus ojos, convenció a Adán para que comiera y trajo la ruina espiritual a toda la humanidad. Amado hermano, quizá lo que estás viendo te desorienta, te entristece y te hace sufrir ¿Qué tal si empiezas a mirar ahora lo invisible?, pon tu mirada en Jesús a quien no puedes ver y pídele perdón. Ama al que es INVISIBLE a tus ojos naturales, pero no a los ojos de la fe, cumple los principios de Su Palabra que te aseguran la vida eterna. Y Aquél a quien tú no ves, pero Él si te ve, te sostendrá de tu mano hasta ganar la batalla final.

Con aprecio y amor.  
Hernando y Mary Aparicio